
Si organizas tus actividades para alcanzar los objetivos a corto plazo, tendrás más tiempo para enfocarte en los que son de largo aliento.
Redacción AC
@EscuelaArtifice
A veces nos quejamos por el poco tiempo que disponemos para la cantidad de trabajo que debemos entregar a los clientes. Las excusas siempre son las mismas: falta de tiempo y exceso de pendientes. Si deseamos lograr un cambio, empecemos a planificar nuestras actividades.
- Prioriza. Nunca empieces el día sin saber qué hacer o por dónde comenzar. Antes de terminar la jornada, ordena las actividades del día siguiente y proyecta tu semana. Puedes elaborar una hoja de ruta con los urgentes e importantes.
- Conversa. Si lideras un equipo, debes conocer qué actividades tiene cada integrante y cuáles son los plazos de entrega de los productos a su cargo. Así sabrás en qué momento puedes asignar nuevas tareas.
- En agenda. La tecnología ayuda a organizar los pendientes. Desde las reuniones de trabajo hasta los eventos personales deben estar registrados en el calendario de Outlook, Gmail o el que mejor se adapte a tus necesidades. Olvídate de la libretita.
- Adáptate. Los imprevistos siempre aparecerán. Si surge algún cambio urgente, alerta a los demás integrantes y replantea tu estrategia del día. No pretendas resolverlo solo. El trabajo en equipo es más efectivo.
- Disfruta. Las experiencias son de continuo aprendizaje. Aprovecha esta oportunidad para plantear ideas que ayuden a tu equipo a planificar con creatividad. Verás que siempre hay tiempo para todo.
Identifica tus prioridades en el trabajo y las habilidades de cada integrante de tu equipo. Así, la planificación será efectiva.