A diferencia del inglés, en el que solo se usa el signo de interrogación o exclamación de cierre, en el español se emplean el de apertura y el de cierre. En algunos casos, es posible combinarlos, duplicarlos y usar solo uno.
Redacción AC
@EscuelaArtifice
La función principal de los signos de interrogación y exclamación es representar la entonación interrogativa o exclamativa de un enunciado. Aunque lo correcto es colocar el signo doble al comienzo y al final de la expresión, en algunos casos es posible combinar ambos signos, repetirlos dos o tres veces o solo usar uno. A continuación, compartimos los usos recogidos en la Ortografía de la lengua española.
Después de un signo de interrogación o exclamación, no es necesario añadir un punto de cierre.
Usos especiales de ambos signos
- En las obras literarias y los textos con gran carga expresiva, como los publicitarios, es válido escribir dos o tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa.
Ejemplos:
Una voz gritó en medio de la multitud: ¡¡¡Traidor!!!
¡¡¡Goool!!! - Cuando una oración tiene sentido interrogativo y exclamativo a la vez, puede iniciar con un signo de interrogación y terminar con uno de exclamación, o viceversa.
Ejemplos:
¿Cómo te atreves a decirle eso!
¡Cómo te atreves a decirle eso? - Puede usarse un signo de interrogación o de exclamación encerrado entre paréntesis para expresar duda o sorpresa, respectivamente, de manera irónica.
Ejemplos:
Él jura que dice la verdad (?).
Terminó la carrera después de diez años, pero está feliz (!). - Cuando hay dudas sobre una fecha en un texto, puede enmarcarse entre signos de interrogación para advertir que el dato no es preciso.
Ejemplo:
En este libro, se aborda el testimonio de Juan Fernández (¿1565?-1620). - En la indicación de fechas, cuando se desconoce uno de los datos, puede colocarse un signo de interrogación en su lugar.
Ejemplos:
Parménides de Elea (515-? a. C.) fue uno de los filósofos más importantes de la antigua Grecia.