En la comunicación corporativa, no solo importa el mensaje, sino también cómo se redacta. Un texto con faltas ortográficas y gramaticales, por más breve que este sea, afecta la marca personal y, sobre todo, la reputación de las empresas.
Jesús Raymundo
@DoctorTilde
Aunque la redacción es clave en algunas áreas de la empresa, como marketing y legal, no solo los profesionales que cumplen estas funciones deben dominarla. Es una herramienta que nos permite comunicar a través del correo electrónico, los documentos administrativos y los informes corporativos, por citar tres casos. ¿Cómo podemos lograr textos de calidad? Aquí, algunas recomendaciones.
En la comunicación corporativa, no solo importa el mensaje, sino también cómo se redacta.
- Prepárate para el reto: planifica. Define el tema, la extensión del texto y la estructura, así como el medio que usarás. Conoce a tu público objetivo y su cultura organizacional. Busca información relevante y sintetízala. No te olvides del plazo que tienes para entregar el documento: la puntualidad es vital.
- Apuesta por los mensajes claros. Redactamos para que todos nos entiendan con facilidad. Optemos por la estructura básica: sujeto + verbo + complemento, que permite ordenar las ideas y usar el número adecuado de palabras. Acostumbrémonos a separar las oraciones con un punto y seguido.
- Presenta una idea por párrafo. Una oración no es un párrafo, ni viceversa. Destaca una idea principal en cada párrafo y acompáñala de una o dos ideas secundarias que redondeen el mensaje o brinden contexto. No seamos ambiciosos en la extensión del párrafo ni en la cantidad de ideas.
- No abuses de los incisos. Evalúa si es conveniente ubicar información adicional entre el sujeto y el verbo o entre este y el complemento, porque podría afectar la fluidez de las oraciones. Muchas veces conviene colocar el dato en otra oración, después de un punto y seguido. Así, el orden de las ideas aportará a la claridad del mensaje.
- Revisa siempre el texto. Verifica si se entiende el mensaje. Luego, corrige las faltas lingüísticas, así como los aspectos ortotipográficos (cursivas, por ejemplo). Sé riguroso y exigente, porque así reafirmarás tu prestigio y el de tu organización. No confíes en el corrector ortográfico, porque no piensa.
- Domina las normas ortográficas. Conoce y aplica en tu texto los cambios de la Ortografía de la lengua española. Los prefijos, por ejemplo, se escriben unidos a las palabras siguientes: exdirector, exgerente, vicepresidente. Los nombres de los cargos, títulos, profesiones y oficios se escriben con minúscula inicial.
- Recurre a la orientación en línea. En internet encontramos opciones que son de gran ayuda. La Real Academia Española te permite revisar el Diccionario de la lengua española y el Diccionario panhispánico de dudas. Otros servicios valiosos son la Fundéu BBVA y Wikilengua del español.