Para dirigir equipos periodísticos competitivos, no basta que el editor cuente con una sólida formación profesional y conocimientos actualizados, sino también con actitudes personales que inspiren cada día.
Redacción AC
@EscuelaArtifice
La labor del editor periodístico es imprescindible para asegurar la calidad y la excelencia de los contenidos generados por los medios de comunicación. Jesús Raymundo, autor de La redacción no se improvisa, considera que, además de las aptitudes, estos profesionales deben demostrar actitudes que favorezcan el ambiente laboral y el desempeño del equipo.
Actitudes personales del editor
- Espíritu integrador. Promueve la integración de las cualidades de los miembros del equipo, así como sus puntos de vista, aciertos, aportes, proyecciones y experiencias.
- Estrategia. Organiza y confiere distintos roles a tu equipo, como la cobertura de comisiones, las coordinaciones urgentes o importantes, y la elaboración de contenido inactual.
- Practicidad. Es flexible para cambiar su conducta y el enfoque de los problemas, y propone soluciones efectivas. Es una persona segura, que sabe gestionar sus emociones y siempre lleva la batuta.
- Vocación de maestro. Es capaz de compartir sus experiencias y conocimientos de manera permanente con el resto del equipo para potenciar su crecimiento profesional y la calidad del trabajo.
- Respeto y sinceridad. Es una persona respetuosa, directa y sincera con todos los integrantes de su equipo. Además, promueve que los demás trasmitan sus ideas, aportes y críticas con base en estos mismos valores.
- Motivación y comprensión. Ante cambios inesperados o difíciles de aceptar, motiva al equipo para que considere el valor del aprendizaje. Es paciente con el trabajo, pero no pierde la tenacidad.
Los equipos periodísticos necesitan editores seguros de sí mismos para afrontar con éxito los problemas o las situaciones difíciles que se presentan en las jornadas diarias.
- Sentido de justicia. Ante cuestionamientos al trabajo de su equipo, actúa con justicia y honestidad para resolver el problema y reparar algún daño que ha afectado a terceros.
- Toma de decisiones. Promueve la iniciativa y la participación de los integrantes del equipo, delega la mayoría de las decisiones diarias y fomenta las críticas leales, porque también enseñan.
- Buen clima laboral. Presta atención a los estados de ánimo de los periodistas, conoce sus motivaciones, mide su grado de estrés y busca espacios para minimizar la presión del entorno.
- Sentido del humor. Sabe expresar una frase o un gesto gracioso en el momento indicado para reducir la tensión del trabajo y contribuir a un ambiente laboral más amigable. Este buen humor se trasmitirá a los demás integrantes.
- Responsabilidad. Conoce sus obligaciones ante los lectores, el equipo de trabajo y los superiores. Por eso, asume los errores cometidos durante el desempeño de las funciones y cuida los detalles de los contenidos.
- Empatía. Dialoga con su equipo de manera abierta y oportuna. Desmiente los rumores y los chismes con datos claros y precisos. Además, elogia a sus subordinados en público y critica sus acciones en privado.